Influenza A, rinovirus y otros virus respiratorios siguen circulando con fuerza en pleno noviembre. Según el ISP, la positividad supera el 50%. La SOCHIMU advierte que los cambios en los patrones virales postpandemia, la menor inmunidad poblacional y las bajas coberturas de vacunación explican este fenómeno inusual.

Chile enfrenta un escenario inédito para esta época del año: la circulación sostenida —e incluso creciente en algunas regiones— de virus respiratorios típicamente invernales, como influenza A, rinovirus, parainfluenza y otras infecciones que hoy están produciendo brotes en pleno fin de primavera.
Los datos de vigilancia del Instituto de Salud Pública (ISP) correspondientes a la Semana Epidemiológica 45/2025 revelan un panorama inusual: de 4.008 muestras analizadas, 2.032 casos resultaron positivos, con una positividad de 50,7%. Entre las detecciones, influenza A encabeza la lista con un 36,9% (812 casos), seguida de rinovirus (24,8%) y parainfluenza (10,6%).
La tendencia acumulada hasta la fecha confirma que influenza A y rinovirus son los virus más frecuentes del año.
Un fenómeno postpandemia: inmunidad alterada y ciclos cambiados
El presidente de la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia (SOCHIMU), Dr. Allan Mix, explica que este comportamiento responde a una combinación de factores:
“La pandemia y las medidas que la acompañaron —uso de mascarillas, distanciamiento y baja movilidad internacional— modificaron los ciclos virales y la inmunidad colectiva. Muchas personas estuvieron menos expuestas a virus e incluso a la vacuna de influenza, lo que deja grupos que aún no han desarrollado defensas suficientes”, señala.
Este reajuste del ecosistema viral, sumado a la irrupción de SARS-CoV-2, ha provocado que varios virus se comporten de manera distinta a su estacionalidad clásica. La OMS y la OPS ya habían advertido sobre estas alteraciones a nivel global.
A ello se suma la co-circulación simultánea de varios virus respiratorios, algo que prolonga los brotes y aumenta la presión sobre la atención primaria y los servicios de urgencias. Las llamadas “brechas de inmunidad” también influyen: niños y adolescentes que durante la pandemia tuvieron menor exposición natural hoy presentan mayor susceptibilidad, mientras que la cobertura de vacunación en ciertos grupos sigue siendo insuficiente.
Vacunación, vigilancia y autocuidado: las recomendaciones
Ante este nuevo escenario epidemiológico, SOCHIMU insiste en reforzar las vacunaciones, especialmente para grupos de riesgo y para quienes no completaron su inmunización durante el invierno.
También llama a mantener medidas sencillas pero efectivas:
- Uso de mascarilla en espacios cerrados o con aglomeración, especialmente para personas con síntomas y grupos de riesgo.
- Lavado frecuente de manos.
- Evitar exponer a otros si se presentan síntomas respiratorios.
- Consultar oportunamente en caso de fiebre persistente, dificultad respiratoria o signos de alarma.
Estas recomendaciones se alinean con las directrices internacionales y buscan reducir la presión sobre el sistema de salud, que ya observa un aumento de consultas y hospitalizaciones.
¿Qué esperar hacia adelante?
Sobre la evolución de este patrón anómalo, el Dr. Mix reconoce que existe un alto grado de incertidumbre:
“Este cambio en la circulación viral no sólo ha ocurrido en Chile. También hay reportes en otros países. Debemos asumir que esto podría repetirse el próximo año e incluso convertirse en una nueva realidad”, advierte.
SOCHIMU recalca que, junto con las medidas de prevención, es clave mantener informada a la población sobre el comportamiento de los virus respiratorios y fortalecer la protección de los centros que atienden a adultos mayores y personas vulnerables.
